Nos inspiramos en la obra de la artista antioqueña Débora Arango, para hacer una versión de la pintura Esquizofrenia en la cárcel,  a través de un dispositivo performativo. Este plantea una pregunta por el cuerpo de la mujer, inscrito en un ámbito político y ético, el cual obliga a una manera de vernos, mostrarnos, sentirnos y nombrarnos.

 

Se parte de la fuerza del gesto del cuadro, las desgarraduras de la carne, la posibilidad de acercarnos a su pregunta por el desnudo, por la condición de ser mujer en Colombia, por su propia soledad y desconcierto. Se dispusieron varios espejos de inspección para que el espectador pueda entrever, husmear y buscar a través del reflejo en el espejo, la escritura que cada mujer tendrá en sus muslos y entrepierna.

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Se ha presentado en diversos lugares y eventos de la ciudad de Medellín: Universidad EAFIT, Plazoleta San Ignacio, Festival de Arte Erótico. Asimismo estuvo en el II Festival de Performance: Cuerpos y Contextos en Militacción de Manizales 2017.